Visita a domicilio
Beatriz Rodríguez Wandosell · MurciaLlego al pueblo de un hombre que me ha llamado un tanto desesperado porque necesita los servicios de un abogado urgentemente. Consulto de nuevo la dirección en el correo electrónico que me mandó con sus datos. Sí, aquí es, una casa vieja y destartalada.
Llamo a la puerta y me abre un hombre de unos 40 años. Se le ve agobiado. Me hace entrar casi a empujones. La cocina huele mucho a especia. Nos sentamos en la mesa que hay allí en un rincón y el hombre empieza a sacarme un montón de papeles entre los que puedo distinguir un poder notarial, un testamento y unos planos de una finca.
Antes de continuar me pregunta si tengo alguna tarifa especial para homicidios involuntarios. ¿Cómo? Al notar mi extrañeza el hombre se levanta, abre la puerta de la despensa de la cocina y puedo ver a un hombre muerto allí tirado.