Testigo de cargo

Elisabet Planas Pons · Terrassa (Barcelona) 

“Como los jugadores de un gran equipo de fútbol, me encontraba en el hotel de concentración de aquella ciudad que acogía el Tribunal que me oiría a la mañana siguiente. Los nervios por la comparecencia como testigo de cargo del caso me carcomían. Ante mí reposaba un sobre blanco impoluto que custodiaba la documentación que debía memorizar para la declaración. Repasando punto por punto el relato de los hechos, me repetía lo cauto que debía ser. No podía desviarme del guión, no podía hablar de más. El abogado de la defensa me había detallado cómo sería la reacción del grupo organizado al que pertenecía su cliente si cometía el más mínimo error. Mi vello erizado. La coerción a la que me encontraba sometido me paralizaba cuerpo y mente.” –¡Papá! No me gusta, no entiendo nada. Cuéntame un cuento tradicional, como a los demás niños.- Era un abogado empedernido.

 

 

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