Cercanía
Ana Belén Sánchez JordánGuardo mis cosas en una caja de cartón mientras doy un último vistazo al despacho: en esas sillas de confidente naranja se han sentado muchos clientes que acabaron siendo amigos, he escuchado muchas historias en estos años y tenido éxitos sublimes y también fracasos estrepitosos. Siempre procuré obrar con transparencia, ser humano. Por desgracia, desde que se decidió actualizar el sistema y probar la eficacia de los drones jurídicos, la concurrencia de público se ha mantenido, pero la de profesionales es cada vez menor. Cuidado Don Ramón, los drones también podrian sustituirle a Ud. como titular del bufete.
En éstas estoy cuando entra Lolo, el del material de oficina. Como siempre, me ofrece alegre su piruleta de cortesía y su tarjeta de visita:
– Pero esta vez te doy la tarjetita para que me apuntes tu teléfono, que el divorcio de mis suegros no lo puede llevar un robot cualquiera.
+16
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
No quiero imaginarme un mundo lleno de la-drones y de robot-nes. Buen relato. Suerte
Gracias compañero, yo tampoco, pero a veces la realidad supera a la ficción…