Tabula rasa
María Graciela Bolo · Buenos Aires (Argentina)Un humo oscuro invadía la carrera, del lado de la estación. Los reflectores de los reporteros lo convertían en una curiosa suerte de bruma, en la que las figuras, medio cegadas por el resplandor, parecían sombras chinescas. Desde hacía horas, varias dotaciones de bomberos trabajaban en apagar el incendio del archivo donde se encontraban, encuadernadas, las nóminas de todas las causas desde 1973 a 2001, con sus detalles de querellas, presentaciones, escritos, y arbitrajes. Un curioso universo de papel desaparecía por completo aquella noche. Y con él los expedientes del escandaloso fallo sobre malversación que involucró a varios jueces, allá por el 84, cuando por primera vez se habló de “mafia judicial”. Los que alguna vez fuimos de esa jurisdicción, observábamos desde las ventanas del edificio nuevo. Algunos nostálgicos hasta se acercaron para verlo de cerca. Con él se iba parte de nuestra historia. Y todas, pero todas, las pruebas…