Golpes y sospechas

William Teixeira · Montevideo, Uruguay 

Su arbitraje fue tan escandaloso que no sólo le valió que su nombre fuera excluido de la nómina de árbitros seleccionados para dirigir en el Mundial, sino también una querella de parte del club perjudicado. En contraste con la soleada estación reinante, nubes negras amenazaban su carrera. Su última esperanza: su brillante abogado. El alegato de la defensa: -Su señoría, estamos ante un hecho indiscutible: el desempeño de mi cliente fue pésimo y perjudicó notoriamente al equipo provincial. No obstante rechazamos categóricamente la acusación de cohecho que hace la parte querellante. Mi cliente sancionó dos penaltis inexistentes a favor del equipo capitalino y pasó por alto varias faltas graves a favor del provincial, es cierto. Pero esto de por sí no constituye prueba alguna que cuestione ni su honradez ni su profesionalismo. A esto se suman las pericias neurológicas que justifican su gol de cabeza en el descuento.

 

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