Diez minutos

Encarna Martínez Oliveras · Móstoles (Madrid) 

Diez minutos El arbitraje fue inútil. Inconcebible: ni una sola vez permitió que surgiese el argumento clave; desviaba el tema interrumpiendo a uno y a otro y casi diría que nos soliviantó el propio árbitro. Parecía abocarnos intencionadamente a una querella cuando, estoy seguro, era tan sencillo como que se hubiera molestado en comparar la nómina en cuestión con las de otros meses para establecer una línea de actuación, pero apenas llegó a pasar un ojo por encima. Donde sí tenía los dos, en cambio, era en el reloj, al que miraba cada dos minutos con denotada impaciencia. Cuando acabó la reunión, comprendí el motivo de su prisa: “Ahora tendré que ir a la carrera para llegar a tiempo a la estación”. Diez minutos de su tiempo -del que no nos concedió-, para mí y mi familia significarían meses de penurias si yo presentaba la querella. Diez minutos.

 

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