Sobrevivir
María Jesús Gómez LópezSobrevivo escondido en esta casita en medio del campo. Yo sólo. Paso el tiempo leyendo, escribiendo. Me ocupo de regar las plantas, la huerta…
Yo era feliz hasta que apareció aquel personaje en mi despacho, ¡vaya pájaro! Muy conocido, millonario en dinero y en actividades un tanto turbias, no entendí como me había elegido a mí, sin experiencia para llevar ese caso, disponiendo de un prestigioso bufete trabajando solo para él. Zafio, mal educado, se rio a carcajadas de un cartel con un marco dorado que presidía mi despacho «No hay delito sin falta». A pesar de todo le acepté como cliente y ganamos el recurso (una multa de tráfico).
Ganamos, pero a raiz de mis investigaciones para esclarecer el caso descubrí demasiados asuntos «extraños» que saqué a la luz y por ellos está en prisión cumpliendo esas penas de las que tanto se reía.