Imagen de perfilUtopía infame

Antonio Jesús Quesada Cabrera 

«Esta es una oportunidad irrepetible: una oportunidad de empezar a crear la primera máquina hacedora, con la que estaremos a un paso de erradicar la pobreza global que nos ha dejado esta pandemia y de satisfacer todo tipo de necesidades. ¡Será el mayor hito en toda la historia de la humanidad! ¡La palabra “utopía” quedará obsoleta!» Ese fue mi discurso. En efecto, un artilugio capaz de crear cualquier cosa es capaz de eso y mucho más. Lo que no les dije, es que para ello necesita consumir vidas. Sin embargo, para crear un mundo perfecto es necesario hacer sacrificios. Solo un necio pensaría que se puede conseguir todo a cambio de nada. Lo mismo aplica para mí, que estoy corriendo con el riesgo de que se descubra todo. Ni los mejores abogados podrían salvarme en ese caso, a no ser que… ¿Mi máquina podría crear al letrado definitivo?

 

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2 comentarios

  • Todos tenemos la posibilidad de mejorar un poco el mundo, aunque a veces no sepamos cómo. Tu protagonista tiene la mejor intención, aunque él mismo se da cuenta de que nada es gratis, al menos nada que merezca la pena. Siempre habrá poderosos intereses y fuerzas que se opongan. Tal vez un abogado, no sin esfuerzo, dedicación y valentía, pueda aportar su granito de arena. Será difícil que sea el letrado definitivo, es decir, perfecto, porque nadie lo es, pero eso da más valor aún a su constancia y su trabajo. Todos podríamos (y deberíamos) convertirnos en pequeños engranajes de una máquina que aspire a la perfección.
    Un saludo, suerte y mi voto, Antonio Jesús