Cuestión de principios
Anna Turró Casanovas · Pineda de MarDicen que el poder da morbo, que el dinero es el mejor afrodisíaco que existe, y que el mundo es de la gente que tiene agallas. O eso es lo que me repito a mí mismo cada vez que me miro al espejo y veo sólo un espectro. Una sombra del joven abogado que fui quince años atrás. Antes de que aprendiera que la malversación de fondos era el modo más eficaz de hacerme rico. Recuerdo la primera vez que lo hice; el sudor frío, el miedo a que me pillaran. Esa noche me paró un policía, durante un segundo creí que me habían descubierto, pero no, sólo me puso una multa por exceso de velocidad. Y dicen que la justicia existe. Al día siguiente recibí el dinero, y los principios que hubiera podido tener salieron para siempre de mi jurisdicción. Y me dio igual.