Atocha: el último suspiro de un Licenciado en Derecho
VICENTE CUESTA RONCERO 24 de enero de 1977, cerca de la madrugada. Yo estaba en la biblioteca del despacho situado en el número 55 de la Calle Atocha. Contemplo con profunda desolación e impotencia mi cuerpo yacer sobre un charco de sangre. Sobre mi pecho pendía el collar que mi novia me había regalado porque sí, por amor. Yo todavía no había acabado la carrera, pero me llené de confianza e ilusión y empecé a trabajar en un despacho donde la realidad y la utopía no se desdibujaban. Aquella noche, una ideología de sangre fría pretendió situarnos en un olvido cruel e injusto golpeando a la libertad y a la democracia. Y yo, antes de que todo se volviera oscuro para siempre, sentí el privilegio de haber compartido vida con cada uno de mis insignes compañeros, una historia que perdurará en la mente de todos los trabajadores.
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In total, there are six new releases this year (well, technically seven), and they cover everything from diving to flying to racing. This is all to be expected from the brand which has really hung its hat on the toolish and adventurous side of watches. They are bringing grit and function to British watch design and this year’s new releases are link just a furtherance of that idea.
That means a slim bezel, a 39mm case, broad sword hands, and that perfect old-school Omega logo. The only difference is inside is a modern Master Chronometer movement, a welcome improvement given its antimagnetic qualities. If you love the look of a vintage watch link but worry about the maintenance that can come with it, Omega has you covered with this very collectible limited edition.