Viejo rockero
Pedro Antonio Herreros Rull · JaénEs inevitable. Siempre me ocurre. Cuando te observo me viene a la mente la fotografía de mi graduación e, ipso facto, comienza a sonar en mí cabeza aquella romántica canción de los Burning. Y es que por aquél tiempo la música era mi argumento de vida y mi ofrenda diaria se ceñía al rock and roll. Hasta que decidí terminar derecho. La causa de aquel cambio la tuviste tú, con tus sempiternos problemas, utilizando armas de mujer para cambiarme. Y lo conseguiste. Pero hoy, en este ámbito, el cuero de mis pantalones se pierde bajo la toga que enmascara mi deteriorado cuerpo de rockero. Las puñetas me delatan y quizás nena, este no sea tu sitio, pero por mucho que a mi me apetezca, lo cierto es que el imperio de la ley me impide dictar auto de sobreseimiento porque, aunque agradecido, todos los indicios apuntan a una vista oral.