Sol García de Herreros
Microrrelatos publicados
Abuelo
Aquellos veranos aprendí que no hay mejor desayuno que una rebanada de pan con el sol en la cara y la conciencia tranquila. Mi abuelo me enseñó que no importan los rodeos que demos, que quien sabe dónde va, siempre acaba llegando. Me enseñó a escuchar los cantos de todos los pájaros, a distinguirlos e identificarlos, y a reconocer el tiempo de salir y cuando guarecerse en casa. Me explicó que quien cultiva los mejores tomates nunca es el que más sabe de puerros, y que hay que saber a quién se da consejo y a quién hacer una consulta. Me mostró que hay sequías que arruinan el trabajo de años y animales constantemente pisoteados por otros, porque la justicia solo existe en el mundo de los hombres y nos hace mejores. Mi abuelo no era jurista y leía a duras penas, pero me enseñó a ser un buen abogado.
| Julio 2015
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 1Abogado contra juez
Le conocía bien. Le sabía capaz de instruir en pocas semanas sumarios de infinitas páginas, de soltar farragosos discursos sobre derecho procesal a cualquier abogado que osara contrariarle sin dejar de ojear los titulares de los deportivos digitales. Me había enfrentado a él ya muchas veces, somos la justicia, cuidadito con las barajas marcadas y los faroles, solía amenazar a los novatos. Me había enfrentado a él ya muchas veces, por eso le volví a mirar intentando imaginar su reacción antes de soltar mi oferta. Veo tu órdago, me contestó imperturbable su señoría mientras enseñaba sus cuatro reyes.
| Mayo 2015
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 3